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Uso de Internet por personas con pena privativa de libertad (página 2)




Enviado por Djamel Toudert



Partes: 1, 2

 

En noviembre del año 2001, una de las salas de
acceso fue instalada en el Instituto Nacional de
Orientación Femenina (INOF), ubicado en Los
Teques-Estado
Miranda, en coordinación conjunta entre el CNTI y la
Fundación para el desarrollo
integral del Servicio
Penitenciario del Estado Miranda (Funsepem).

Regularmente este tipo de iniciativas se había
venido desarrollando en Venezuela como
alternativa de acceso compartido a la
comunicación y servicios de
información en escuelas y bibliotecas
públicas, sobre todo en municipios y áreas rurales,
para ofrecer a sus habitantes acceso gratuito a Internet. El Infocentro del
INOF se convierte así en el primero en ser instalado en un
centro penitenciario del país, con el fin de ofrecer sus
servicios a las 281 reclusas de esa cárcel.

Esta experiencia atípica, única e
innovadora plantea una realidad quizás no contemplada, la
oportunidad de que personas aisladas de la sociedad por
causas penales, puedan igualmente aprovechar los beneficios que
brinda Internet para mejorar sus propias condiciones de vida y
las de su entorno privativo.

Describir qué uso hacen de Internet las personas
con pena privativa de libertad,
principal objetivo de
este estudio, puede convertirse en un paso adelante en el
descubrimiento de las potencialidades de esta nueva herramienta
tecnológica, comunicativa y consecuentemente social, en
beneficio y desarrollo de la humanidad.

4. Fundamentos
teóricos

Se pretende observar el objeto de estudio de la presente
investigación siguiendo un estatuto
epistemológico centrado en tres postulados: el paradigma de
la complejidad (Morin, 1997), la interdisciplinariedad (Martínez, 1997) y la
síntesis creativa (Sánchez,
1992).

Teóricamente se sustenta en la corriente crítica
tanto de la comunicación como de la criminología. En cuanto a la
comunicación, si bien se acepta que Internet, como un
nuevo medio comunicativo, es parte esencial del proceso
comunicacional, se considera a la comunicación como una
actividad humana fundamental a través de la cual los seres
humanos se relacionan entre sí y pasan de la existencia
individual a la comunitaria (socialización), por lo cual se pone acento
en el proceso de comunicación como un acontecimiento
personal,
cultural y social, y en el hombre como
protagonista de éste.

En cuanto a la criminología, la teoría
crítica se opone al fin resocializador como
práctica de la pena privativa de libertad dentro de las
instituciones
carcelarias, ya que éstas traen como consecuencia la
prisionización y estigmatización del interno, hasta
el etiquetamiento por la sociedad; y porque le genera grandes
daños desde todo punto de vista (psicológico,
social, económico, familiar), convirtiéndose la
cárcel en medio para la reincidencia y agravamiento del
delito. Ante ello
propone el concepto de
"reintegración social", que requiere la apertura de un
proceso de comunicación e interacción entre la cárcel y la
sociedad, en el que los ciudadanos recluidos en la cárcel
se reconozcan en la sociedad externa y la sociedad externa
se reconozca en la cárcel.

Internet como factor socializante

Para reconocer a las Tecnologías de
Información y la Comunicación, y en particular a
Internet, como factor socializante se hace necesario precisar los
rasgos socializadores de este nuevo medio, asumiéndolo,
desde luego, como un agente de socialización.

Partiendo de una definición de
socialización, Austin Millán (2000), desde una
postura sistémica que sostiene la interdependencia entre
socialización y cultura, la
define como

"el proceso por el cual el individuo
absorbe la cultura, se integra en la sociedad y conquista su
propia personalidad. La socialización supone la
internalización o interiorización de los
contenidos culturales de la sociedad en que nace y vive. Por
ello, supone también la adaptación a la sociedad
y a la cultura".

De manera que a través de la socialización
aprendemos a ser miembros de una comunidad humana
y a interiorizar los valores y
roles de la sociedad en que hemos nacido y habremos de vivir. Es
decir, a través de la socialización aprendemos a
vivir dentro de un grupo, a ser
miembros competentes de la sociedad en que hemos nacido, y donde
el factor cultura tiene un papel determinante.

La cultura es entendida como

"un proceso (o red, malla o entramado) de
significación comunicativa, objetiva y subjetiva, entre
los procesos
mentales que crean los significados y un medio
ambiente o contexto significativo y a la vez significante"
(Austin Millán, 2000).

Es decir como producto del
comportamiento
humano y de la vida social situados en un ambiente de
tiempo,
espacio y productividad
material e intelectual. La importancia que tiene esta forma de
definir la cultura radica en que permite verla como el mecanismo
por el cual los seres humanos crean y recrean los significados y
sentidos compartidos que se necesitan para entablar relaciones
con otras personas. Naturalmente sólo pueden establecer
una red de
relaciones aquellas personas que comparten los mismos
significados respecto de las cosas y actividades que les son
comunes y al hacerlo forman una sociedad. Por el contrario no se
pueden entablar relaciones de carácter social si no se comparten los
significados, porque las partes no entienden lo que se hace o lo
que se dice.

Durante la socialización se forma todo un
complejo de destrezas, cualidades, capacidades y habilidades
necesarias para vivir en sociedad, entre los cuales Austin
Millán (2000) menciona:

El lenguaje de
su grupo social Incorpora normas y
valores, por
un lado y la red de significados que conforman la cultura, por
otro. Conciencia
de su posición social y de la de los "otros".
Habilidades para convivir e interrelacionarse con esos "otros".
Una actitud
creativa o repetitiva frente al conocimiento. Aprender a aprender. Desarrollo
físico. Grado de uso de su voluntad y capacidad de
logro. Confianza en sí mismo (autonomía y
voluntad).Aptitudes, habilidades y conocimientos
específicos de cada individuo.

Ahora bien, en el desarrollo de estas destrezas,
cualidades, capacidades y habilidades, intervienen los agentes de
socialización, que por excelencia son:

La familia, como el
primer medio que actúa como socializador,
acompañando al individuo por un largo período de su
vida; el "grupo de pares", es decir, el grupo de amigos y de
iguales con que un niño o joven comparte cotidianamente,
el que no sólo le permite poner en práctica lo
aprendido con los otros agentes socializadores sobre cómo
mantenerse en interrelación o intercomunicación con
otros, sino que también le comunica normas, valores y
formas de actuar en el mundo; la escuela, que se
constituye en un importantísimo formador/socializador,
afectando también a todos los aspectos susceptibles de ser
socializados en un individuo; el conjunto Deportes/Arte/Religión, los que
pueden o no estar presentes, todos o algunos de ellos en la
socialización del niño y el joven, y por
último, los medios de
comunicación (de masas, electrónicos e
informáticos), los que transmiten conocimientos a la vez
que son muy potentes en reforzar los valores y normas de acción
social aprendidos con los otros agentes
socializadores.

Es en este último agente donde está
inserta Internet, como un nuevo medio que posibilita que el
usuario se apropie de su entorno significante (en este caso
tecnológico-virtual), para crear y recrear los
significados y sentidos compartidos que se necesitan para
entablar relaciones con otras personas. Y si Internet permite que
el usuario absorba la cultura –por medio de la vida en la
red-, y se integre en la sociedad –virtual o real,
pues ambas integraciones son factibles-, entonces Internet es un
factor socializante.

En cuanto a este nuevo medio, Castells (1999) apunta que
Internet integra diferentes modos de comunicación humana
(escrita, oral y audiovisual) en una red interactiva:

"La potencial integración de texto,
imágenes
y sonidos en el mismo sistema,
interactuando desde múltiples puntos de una red mundial,
en el tiempo elegido (real o diferido), en condiciones de
acceso libre y accesible, cambia fundamentalmente el
carácter de la comunicación. Y la
comunicación es decisiva a la hora de dar forma a la
cultura, porque como Postman escribe "no vemos…la
realidad…como 'es', sino como nuestros lenguajes son. Y
nuestros lenguajes son nuestros medios de
comunicación. Nuestros medios de
comunicación son nuestras metáforas. Nuestras
metáforas crean el contenido de nuestra cultura. Como la
cultura es mediada y se realiza a través de la
comunicación, las cultura -es decir, nuestros sistemas de
creencias y códigos históricamente producidos-
son transformadas sustancialmente, y lo serán aún
más con el correr del tiempo, por el nuevo sistema
tecnológico" .

Resumiendo, se trata de un nuevo sistema de
comunicación digital caracterizado por su alcance mundial,
su integración de todos los medios de comunicación
y su interactividad potencial y que está cambiando y
cambiará nuestra cultura.

Tal y como el mismo Castells (2001) señala,
Internet nos convierte en partícipes de un nuevo modelo
socio-cultural caracterizado por una diferenciación social
y cultural (los interactuantes y los interactuados), por una
experiencia digital, multimedia y por
una nueva cultura: la cultura de la virtualidad real que borra
las nociones de espacio y tiempo de la materialidad de lo
real.

Asimismo, el nuevo medio, que incluye y abarca todas las
expresiones culturales, intensifica la condición
societaria del ser humano, colocando su acento en la cultura, lo
cual se traduce en un abandono de la relación con la
naturaleza.
"Atrás quedó el dominio del
hombre frente
a la naturaleza; entramos en un mundo donde predomina lo
social-digital"
(Guanipa, 2001). Sin embargo, Castells (2001)
menciona que en esta nuevo mundo social-digital se
mantendrán los rasgos sociales asumidos como naturales, en
particular los de género y
estructura
familiar.

Esto nos hace concluir que estamos frente a un nuevo
modelo puramente cultural de interacción y organización sociales, donde la
información es el ingrediente clave, y donde el proceso
socializador es inevitable.

En cuanto a los factores socializadores de Internet,
Castells (1999) indica que aunque aún no está claro
cuánta sociabilidad tiene lugar en las redes electrónicas y
cuáles son los efectos culturales de esta nueva forma de
sociabilidad, por sobre todas las cosas, a la hora de medir los
impactos sociales y culturales de la comunicación mediada
por computadoras
(CMC) se debe tener en cuenta la investigación
sociológica acumulada que trata sobre los usos sociales de
la tecnología.

De lo anteriormente expuesto, se identifican entonces
los factores socializadores de Internet, que se asocian
directamente al uso de la tecnología:

  1. La Comunicación (oral, escrita,
    audiovisual gracias a su condición
    hipermediática).
  2. La Interacción social (con el otro u
    otros) por medio de la CMC, para establecer relaciones sociales
    en la realidad
    virtual (Ciberespacio).
  3. Poder de organización e integración a
    un grupo social-digital.
  4. Apropiación de significados y significantes
    del contexto virtual, objetiva o subjetivamente, y
    creación y recreación en los procesos mentales del
    usuario de significados compartidos, necesarios para
    socializarse gracias a su condición
    interactiva
    .

El fin es la reintegración social.
¿Puede Internet contribuir con ello?.

En un contexto signado por transformaciones sociales
gracias a las nuevas
tecnologías de información y
comunicación, no es excluyente la idea de describir
cómo el nuevo entorno tecnológico puede incidir
sobre la acción de los sistemas penitenciarios en la
consecución de su fin resocializador.

El propósito de la readaptación social del
condenado que persigue la ejecución de las penas
privativas de libertad está contenido en las modernas
orientaciones de la criminología, en el Conjunto de Reglas
mínimas para el Tratamiento de los Reclusos aprobado por
las Naciones Unidas,
y en Venezuela, en la Carta
Constitucional de 1999 (Art. 272) y en la Ley de
Régimen Penitenciario (2000, Art. 2).

En la teoría criminológica, la pena
resocializadora ha sido estudiada desde la corriente
clásica positivista, y más recientemente, en
contraposición a ésta, por la corriente
crítica o radical.

La criminología tradicional trabaja con la
criminalidad aparente, con el tratamiento penitenciario,
con la relatividad del crimen, y desconoce el costo social del
delito.

Para Zambrano (1986), uno de los problemas sin
solución de la criminología clásica es su
postura conformista, que da como verdad axiomática la
legalidad del
sistema y de los medios de control que
utiliza. Se toma como verdad la división de la sociedad en
buenos y malos, en delincuentes y no delincuentes. Esto da origen
a que el proceso resocializador se convierta en un mito, al
considerar al delincuente como incorregible.

A ello responde que la actividad científica de la
criminología clásica pretenda estudiar al sujeto
delincuente extrayéndolo del mundo social en que vive y
del contexto general en que subyace el medio en el que
desenvuelve sus actividades.

Pero qué resocialización puede pretenderse
alejando a un hombre del seno social por mucho tiempo. Bergalli
(1976), al referir un ejemplo, apunta que en lugar de considerar
la comunicación del interno con sus familias o allegados
la base del objeto resocializador, la criminología
clásica la entiende como un derecho, y como tal sufre
limitaciones.

La comunicación, desde esta perspectiva, se
constituye entonces en una de las bases fundamentales en el
proceso de resocialización.

Por otra parte, el tratamiento de la pena es otro factor
fragmentario de la criminología positivista, porque no
cumple ninguna función
social "preventiva" sino que opera como condicionante de futuros
delitos, esto
es que la llamada prevención especial negativa se
convierte en una acondicionamiento "especial" para el delito al
que la sociedad somete a quienes son condenados. Es por esto que
"en no pocos casos la llamada pena "resocializadora" se
transforma en un proceso de desocialización"

(Zambrano, 1986:53).

Mucho de los factores antes descritos han provocado que
los expertos hayan perdido casi del todo la confianza en la
posibilidad de ver a la cárcel como lugar y medio de
resocialización. Principalmente debido a los escasos
resultados que la institución carcelaria presenta respecto
a dicho objetivo, bajo el esquema positivista. Pareciera que
existiera una renuncia explícita a los objetivos de
resocialización; por el contrario, una reafirmación
de la función que la cárcel siempre ha ejercido y
continúa ejerciendo: la de depósito de individuos
aislados del resto de la sociedad y por esto neutralizados en su
capacidad de hacerle daño a
ella.

Sin embargo, es en este seno de desconfianza que surge
otra postura, constituida por la nueva criminología
identificada también como criminología
crítica o radical.

Uno de los principales exponentes de esta nueva
corriente es el criminólogo-sociólogo Alessandro
Baratta (s/f). Para este teórico, el reconocimiento
científico de que la cárcel no puede resocializar
sino únicamente neutralizar, debe ser afrontado con una
norma contrafáctica según la cual "la
cárcel, no obstante, debe ser considerada el sitio
y medio de resocialización"
(Baratta, s/f:
2).

Es cierto, afirma este autor, que se debe mantener como
base realista el hecho de que la cárcel no puede producir
efectos útiles para la resocialización del
condenado y que por el contrario, impone condiciones negativas en
relación con esta finalidad. A pesar de esto, apunta que
la finalidad de una reintegración del condenado en la
sociedad no debe ser abandonada, sino que debe ser reinterpretada
y reconstruida sobre una base diferente: "la
reintegración social del condenado no puede perseguirse
a través de la pena carcelaria, sino que debe
perseguirse a pesar de ella, o sea, buscando hacer menos
negativas las condiciones que la vida en la cárcel
comporta en relación con esta finalidad"
(Baratta,
s/f: 3). Sin embargo, para que pueda darse el proceso de
reintegración social, el objetivo no es solamente un
cárcel "mejor", sino también y sobre todo menos
cárcel
.

Para lograr este objetivo, se debe insistir,
según Baratta (s/f), en el principio político de la
apertura de la cárcel hacia la sociedad y,
recíprocamente, de la apertura de la sociedad hacia la
cárcel.

"Uno de los elementos más negativos de la
institución carcelaria lo representa, en efecto, el
aislamiento del microcosmos carcelario en relación con
el macrocosmos social, aislamiento simbolizado por los muros de
la cárcel. Hasta que ellos no sean por lo menos
simbólicamente derribados, las oportunidades de
resocialización del condenado seguirán siendo
mínimas" (Baratta, s/f: 4).

Sin embargo, "resocialización" presupone
también el concepto de tratamiento, utilizado por la
criminología clásica, donde el detenido tiene un
papel pasivo y la institución carcelaria uno activo. En
cambio, el
concepto de "reintegración social" que propone Baratta,
requiere la apertura de un proceso de comunicación e
interacción entre la cárcel y la sociedad, en el
que "los ciudadanos recluidos en la cárcel se
reconozcan en la sociedad externa y la sociedad externa se
reconozca en la cárcel"
(Baratta, s/f:
5).

La reintegración no "por medio de", sino "no
obstante" la cárcel significa entonces reconstruir
integralmente, como derechos del detenido, los
contenidos posibles de toda actividad que pueda ser ejercida,
aún en las condiciones negativas de la cárcel, a su
favor. Por tanto, "el concepto de tratamiento debe ser
redefinido como servicio"
(Baratta, s/f:
6).

Bajo esta concepción criminológica, se
considera que Internet podría ser un factor determinante
en el proceso de reintegración social del condenado, por
constituirse en la herramienta comunicativa que
posibilitaría, como medio alternativo, la apertura de la
cárcel hacia la sociedad y viceversa; además de
responder al concepto de servicio y no al de tratamiento del
condenado, considerado por la criminología
positivista.

Como parte de la Nuevas Tecnologías de
Información y Comunicación, Internet ha sido
considerado por muchos autores como un verdadero factor de
cambio, sobretodo en lo que a comunicación e
interacción humana se refiere.

Castells (1999) refiere que Internet ha permitido la
integración potencial de varios elementos como el texto,
la imagen y el
sonido en un
mismo sistema, donde el usuario puede interactuar desde puntos
múltiples de conexión, en un tiempo elegido a lo
largo de esta red que es global, con un acceso abierto y
asequible. Estos aspectos distintivos de Internet cambian,
fundamentalmente, el carácter de la comunicación,
sobretodo por constituirse Internet en una nueva red de
interacción social basada en la
comunicación.

Este nuevo medio le abre al usuario mayores
posibilidades de interactuar con otros en tiempo real, es decir
de manera sincronizada, al igual que una conversación
telefónica, sólo que aquí la
comunicación está mediada por computadora, y
puede incluir la variante de la imagen.

Pero quizás la característica más
relevante de la comunicación mediada por computadoras es
su condición virtual, capaz de crear una realidad
paralela, que incluso puede superar la real. Internet es un
sistema de comunicación que genera virtualidad
real.

"Es un sistema en el que la misma realidad (esto es,
la existencia material/simbólica de la gente) es
capturada por completo, sumergida de lleno en un escenario de
imágenes virtuales, en el mundo de hacer creer, en el
que las apariencias no están solo en la pantalla a
través de la cual se comunica la experiencia, sino que
se convierten en la experiencia" (Castells, 1999:
406).

Esta nueva realidad puede incluir y abarcar todas las
expresiones culturales del hombre, pues se habla de que el
usuario vive igualmente en la red experiencias donde puede
intercambiar referentes simbólicos al igual que lo hace en
la realidad. Y es principalmente este intercambio la base de toda
creación-adopción
cultural de significados. El resultado es una realidad
–llamada ciberespacio- igualmente social, social-digital,
donde el usuario establece relaciones, aprende, desarrolla
destrezas y finalmente se socializa.

La posibilidad de introducir a Internet en las
instituciones carcelarias contribuiría con el objetivo de
la criminología crítica de abrir la cárcel
hacia la sociedad y la sociedad hacia la cárcel a
través de un medio comunicativo, donde el condenado pueda
ser partícipe de una nueva realidad sin aislamientos y en
pleno contacto con otros individuos, fuera de su entorno
privativo.

5. Metodología

La investigación es de tipo
exploratorio-descriptivo (Hernández et al., 2003). Es
exploratoria porque con ella se busca descubrir, ya que no existe
ningún estudio como este en el país. Es
descriptiva, pues se pretenden especificar las
características del Infocentro, de las reclusas usuarias y
el perfil de uso de Internet de las mismas, para luego
describirlas. En cuanto a su diseño,
responde al enfoque no experimental; y de acuerdo con su
dimensión temporal, es de tipo transeccional o
transversal.

Para efectos de la presente investigación la
población se define operacionalmente como:
a) para el Objetivo General Nº1: el Infocentro instalado
al interior del INOF y en funcionamiento durante el 2003
; b)
para el Objetivo General Nº2: todas las reclusas del INOF
que en 2003 son usuarias activas de Internet en el Infocentro de
esta institución
.

En cuanto a la muestra, cuya
determinación aplica sólo para la segunda
población, es de tipo probabilística ya que todas
las reclusas usuarias tienen las misma probabilidad de
ser escogidas. El tamaño se estimará al momento de
la medición final, ya que el número de
reclusas usuarias puede variar.

Para el momento en el cual se realizó la
prueba piloto el Infocentro del INOF registró un
número total de reclusas usuarias de 150,
considerándose para la prueba un 6% del total de la
población, es decir, 10 reclusas usuarias del total de 150
registradas al momento. Se seleccionaron las reclusas usuarias de
forma aleatoria simple, para asegurar que todas tuvieran la misma
probabilidad de ser elegidas.

El procedimiento de
selección fue la Tómbola. De las
siete estaciones de trabajo
existentes, se escogieron dos por cada turno de una hora
de navegación, y se entrevistó a las reclusas que
navegaron en dichas estaciones. La selección
comprendió los turnos de las 9, 10 y 11 de la
mañana; y el de la 1, 2 y 3 de la tarde.

En cuanto a las técnicas
de investigación y los instrumentos de
medición se utilizó: a) la
observación directa, a través de una
Ficha de observación semiestructurada, para
precisar los datos
concernientes a la variable "Oferta del
Infocentro", y b) la encuesta por muestreo, a
través de un Cuestionario, para obtener los datos
relacionados con la variable "Uso de Internet".

6. Resultados arrojados por la prueba
piloto

4.1. Ficha de observación
semiestructurada:

1. En cuanto a las características
físicas y técnicas del Infocentro:

La mayoría de las condiciones físicas y
técnicas de la sala están totalmente adaptadas a
las exigencias del Centro Nacional de Tecnología
de Información (CNTI) contempladas en el proyecto
Infocentros.

En cuanto a las condiciones técnicas, la sala
cuenta con 1 servidor, y
además existe un Proxi controlador, cuyas
características técnicas son: Procesador:
Pentium III,
Memoria RAM:
130Mb, Memoria Cache:
256Kb, Disco Duro: 2
de 9Gb c/u, Sistema
Operativo: Windows 2000. El
Proxi: Procesador: Pentium III, Memoria RAM: 64Mb,
Memoria Cache: 256Kb, Disco Duro: 1 de 20Gb, Sistema Operativo:
Windows
2000.

El número de estaciones para el acceso a Internet
es siete (7) más el proxi, que es utilizado sólo
por las anfitrionas. El tipo de sistema de conexión a
Internet es por discado; y no hay cableado en la sala, la
conexión es inalámbrica. El sistema posee un
bloqueo configurado que permite administrar el uso de las
estaciones por turnos de una hora. En cuanto a las normas y
reglamentos de uso de la sala, se respetan las que establece el
CNTI para el uso de Infocentros en general.

2. En cuanto a Asistencia Técnica:
La institución que la ofrece es el CNTI. No cuenta con
soporte técnico en sitio. El número de
técnicos a disposición del INOF es tres (3), que se
acercan hasta el instituto para hacer el mantenimiento
preventivo y para solucionar fallas. La periodicidad del
mantenimiento
preventivo es mensual; y el tiempo de respuesta para el
mantenimiento correctivo es de un (1) día, y en ocasiones
horas. Puede presentarse el caso de que una asesoría
telefónica basta, o que el Técnico Superior
Universitario (T.S.U) encargado resuelva el problema.

3. En cuanto a Asesoría y atención al usuario: El Infocentro
posee un módulo de atención y asesoría al
usuario, tal como establece el CNTI. Cuatro (4) personas se
encargan de ofrecer la atención y asesoría a las
usuarias: una (1) coordinadora de cabina, una (1) encargada
principal -suplente de la coordinadora-, y dos (2) anfitrionas.
El número de personas supera al del personal que opera en
las salas de acceso públicas (dos encargados
regularmente). En cuanto al nivel de capacitación del personal, una (1) es
T.S.U, y tres (3) son bachilleres. Dos (2) hablan español e
inglés,
y dos (2) sólo español.

4. En cuanto a Adiestramiento y
Capacitación:
Sólo se dictan cursos sobre
Internet. Se dicta todos los sábados para entrenar a las
nuevas usuarias y su duración es de ocho (8) horas. Los
requisitos para realizarlo son saber leer y escribir. Tres (3)
instructoras se encargan de dictar el curso, todas son
bachilleres y ninguna tiene entrenamiento
especializado previo. Son entrenadas por la Coordinadora de
cabina, que es T.S.U. en Informática, para realizar sus funciones de
instructoras del curso ofrecido y anfitrionas de cabina. Todas
las instructoras están adscritas a Funsepem, que les paga
por ello. El promedio de participantes por curso es siete (7). En
su mayoría todas aprueban.

5. En cuanto a Servicios relacionados: los
servicios de impresión, fotocopiado y
digitalización de imágenes y documentos no se
ofrecen, pues los equipos están dañados y la
demanda no es
alta. Sólo se venden disquetes 3 y1/2.

4.2. Cuestionario:

1. En cuanto a las Características de las
reclusas usuarias:
de la muestra tomada para la prueba
piloto, el 70% de las entrevistadas es venezolana, el rango de
edad que predomina es entre los 18 y 25 años, y el 80% de
las reclusas usuarias es soltera. En cuanto al nivel educativo,
se observa que el 50% culminó la secundaria y el resto
alcanzó grados superiores como técnico y
universitario. Las ocupaciones son diversas y se corresponden con
el nivel educativo alcanzado, que les permite desempeñar
cada una de ellas. Destaca la ocupación estudiante y T.S.U
en Administración y Contaduría. El 100%
de las entrevistadas habla español, y de ellas un 30%
habla, además del español, inglés y
alemán.

En referencia al tiempo de reclusión, la
mayoría de las reclusas usuarias lleva meses en el INOF,
seguidas por un 40% que tiene años de estar recluida. Este
tiempo prolongado de permanencia en el instituto, que es para
procesadas, refleja el tiempo que tarda el sistema penal
venezolano en su decisión sobre los casos; y que se
podría traducir en una de las razones que motiva el uso
del Infocentro.

El 70% de las reclusas usuarias respondió haber
usado Internet antes de llegar al INOF. Esta experiencia previa
garantiza el rápido manejo del medio en el Infocentro de
esa institución penitenciaria. De este 70%, un 40% dijo
haberlo utilizado desde la casa, el trabajo y
cibercafés. Las razones que abogan las 3 reclusas usuarias
que afirmaron no haber utilizado Internet previamente, oscilan
entre no haber tenido necesidad, oportunidad, o no haberlo
considerado. Evidentemente ha habido un cambio en la
decisión, en la que influyen posiblemente el ambiente con
factores de prisionización en el que se
encuentran.

2. En cuanto a Recursos y
servicios del Infocentro que usan las reclusas:
el 100%
de las reclusas usuarias entrevistadas afirma utilizar el
servicio de Internet que ofrece el Infocentro del INOF. En el
caso de los cursos de capacitación, las 10 entrevistadas
afirman realizarlos, pero se refieren al único curso que
ofrece el Infocentro, que trata sobre Internet, y que
además es obligatorio para poder utilizar
la sala. Con respecto al resto de los servicios ofrecidos por el
Infocentro se observa, en el caso de impresión y
digitalización, la tendencia marcada hacia la no
utilización: Esto tiene explicación ya que la ficha
de observación reflejó que ninguno de estos equipos
funciona y por ende no pueden utilizarse. En cuanto a la venta de materiales, se
observa que el 60% compra los disquetes 31/2 que se
venden.

3. En cuanto a Acceso a Internet: se
observa que la mayoría de las reclusas usuarias tienen
entre 3 y 12 meses utilizando Internet en el Infocentro del INOF,
esto concuerda con el tiempo de reclusión presentado
anteriormente, donde la mayoría lleva meses recluida.
Utilizan Internet varias veces a la semana y cuando se conectan
lo hacen durante toda la hora permitida, lo que indica el
aprovechamiento del máximo uso posible según las
normas establecidas de uso interdiario y turnos de una
hora.

4. En cuanto a Recursos y servicios de
Internet que usan las reclusas:
la mayoría de
las reclusas usuarias (un 60%) utiliza motores de
búsqueda de información siendo los más
demandados Yahoo y Google. Cada una
de las reclusas usuarias visita sus sitios preferidos. Repiten
con recurrencia los portales con servicios de cuentas gratuitas
de correo
electrónico como Hotmail y Yahoo. Dos de las usuarias
se interesa mucho en visitar el sitio del Tribunal Supremo de
Justicia,
donde puede informarse sobre el seguimiento de su caso judicial.
En cuanto a la frecuencia de visita y el tiempo de
navegación en los sitios más visitados, la
mayoría lo hace varias veces a la semana y navega en ellos
la hora completa permitida.

En el caso del archivo de
información, un 70% dice no hacerlo, argumentando como la
principal razón que no le interesa. Del 30% que sí
archiva información, la mayoría archiva texto e
imagen y el uso que la da tiene fines personales, en particular,
reenviar dicha información a sus abogados.

El chat es uno de
los recursos de comunicación y mensajería de
Internet más utilizado por las reclusas usuarias (el 90%
lo usa). Así lo confirman la frecuencia y el tiempo de
navegación dedicado (la mayoría lo utiliza varias
veces al día y durante toda la hora de conexión
permitida). En cuanto a los elementos utilizados en la construcción del mensaje, predominan el
texto y los emoticones. El promedio de personas conocidas a
través del chat oscila entre 1 y 10, y en su
mayoría mantienen con ellas relaciones de tipo familiar y
amistosa. Un resultado a destacar es que un 60% de las usuarias
revela su condición de reclusa a las personas con quienes
chatea. Es importante acotar que el chat es un recurso que
está prohibido por el CNTI en los Infocentros. Sin
embargo, dada la condición de "reclusa" de todas las
usuarias, se permitió su uso únicamente en el
Infocentro del INOF.

Otro de los recursos de comunicación y
mensajería de Internet más utilizado por las
reclusas usuarias es el correo electrónico. Todas lo
utilizan, pero debemos recordar que a toda nueva reclusa usuaria
del Infocentro se le apertura una cuenta en el portal de Hotmail.
Sin embargo, ellas pueden posteriormente abrir otras como es el
caso, pues se observa que la mayoría (70%) tiene
más de una cuenta. En lo referido a la frecuencia de uso,
un 50% utiliza el correo varias veces a la semana y un 30% varias
veces al día. Este dato nos permite observar una clara
transgresión de la norma que establece una sola visita
diaria al Infocentro, y por otro lado, el interés
manifiesto en utilizar sus servicios tantas veces sea posible.
Los elementos más utilizados en la construcción del
mensaje son el texto, la imagen y los emoticones. Por
último, se evidencia que, en general, las reclusas
usuarias se comunican con familiares y amigos a través del
correo electrónico.

Otro recurso que es muy utilizado es el relleno de
formularios
que están en la red y que solicitan los datos personales
de los usuarios. Una justificación de la demanda de este
recurso es que para abrir una cuenta de correo debe llenarse un
formulario de este tipo.

Al igual que en los foros y las listas, hay muy poca
participación en comunidades virtuales (apenas un 20%
participa).

En cuanto a los últimos servicios de Internet
presentados que abarcan el llenado de encuestas, la
publicación de artículos, la creación de
sitios web, la
movilización de cuentas bancarias, la búsqueda de
trabajo y el teletrabajo,
la compra y venta de productos, los
estudios a distancia a través de Internet, la
participación en concursos de temas de interés y la
participación en sitios sobre movimientos sociales y
política,
predomina la tendencia hacia la no utilización de los
mismos. En los casos de la movilización de cuentas
bancarias y de la compra y venta de productos, la no
utilización responde a que todas las reclusas usuarias
tienen sus cuentas bancarias congeladas y no pueden utilizar las
tarjetas de
crédito, debido a su condición
legal.

Una vez observados los ítems correspondientes a
la dimensión recursos y servicios de Internet que usan
las reclusas
, se determinó que el nivel de
interactividad alcanzado por la muestra es el
conversacional -el usuario puede generar contenido
(Jensen, 1999)-.

7. Conclusiones preliminares

Las siguientes conclusiones preliminares están
basadas en los resultados de la prueba piloto:

· El
Infocentro del INOF garantiza la conectividad a los beneficios de
Internet a las reclusas usuarias, en una sala con condiciones
óptimas físicas y tecnológicas. Ciertamente,
se trata de una sala con excelentes condiciones, apegadas a los
parámetros establecidos por el CNTI, y que incluso superan
las de cualquier Infocentro en el resto del país. Sin
embargo, brindar la conectividad a Internet no garantiza el goce
de todos sus beneficios, ya que conectividad no significa un
verdadero acceso. Esto lo demuestra la escasa
utilización de los servicios, quedando reducido su uso a
los de comunicación y mensajería. En muchos casos,
la no utilización de muchos de ellos se debe a su
desconocimiento, lo que revela la falta de capacitación y
adiestramiento que tiene las reclusas usuarias. De hecho, los
resultados arrojados por la Ficha de observación indican
que sólo se dicta un curso sobre navegación de
Internet, y que quienes tienen a cargo el entrenamiento y la
asesoría no poseen una capacitación especializada
en el área de la informática o TIC. Esto,
aunado a la inexistencia de un programa
formativo, hace que el Infocentro no contribuya con el desarrollo
de las capacidades técnicas y metodológicas para el
uso efectivo de las potencialidades que ofrece este medio
tecnológico y comunicativo como lo es Internet.

· El
principal recurso de Internet que usan las reclusas usuarias del
Infocentro del INOF es el de información y
comunicación (identificado principalmente en las herramientas
chat y correo electrónico), alcanzando con ello un nivel
de interactividad conversacional. El nivel conversacional
establece que el usuario puede generar contenido, pero dado que
la producción se orienta básicamente a
mensajes de texto, tanto en el chat como en el correo,
sólo se puede hablar de un nivel básico, muy
alejado de alcanzar la producción de conocimiento, y que
refleja solo la satisfacción de sus necesidades reales
inmediatas, entre ellas la comunicación con familiares y
amigos.

· La
utilización de este medio tecnológico y
comunicativo se presenta como una oportunidad para minimizar los
factores de prisionización en el entorno privativo de la
cárcel, gracias a las relaciones de comunicación
que establecen las usuarias con el entorno exterior. Los
resultados evidencian que las reclusas usuarias están en
constante y continua comunicación con el entorno exterior.
Esta posibilidad se materializa sólo gracias a las
características de este nuevo medio de interacción
social que es
Internet. Tener la posibilidad de comunicarse con familiares,
amigos o desconocidos, y en ese acto de comunicación
asumir la condición de reclusa y lograr mantener las
relaciones establecidas, indican un claro acercamiento de la
sociedad hacia la cárcel y viceversa. Este acercamiento,
tal y como la propone la teoría crítica
criminológica, es a través de la
comunicación.

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Guayaquil.

Notas

[1] – De fecha 22 de mayo de 2000, publicado en
la Gaceta Oficial N° 36.955.

[2] – Un Infocentro es un centro local de
conectividad que proporciona acceso a servicios de
información, diversas posibilidades de comunicaciones, educación y
capacitación a distancia, insumos y mercados,
fortalecimiento empresarial, etc. Los servicios más
comunes que ofrece son: teléfono, fax, correo
electrónico, acceso al Internet y fotocopiado.
También puede llegar a ofrecer capacitación,
espacio para reuniones, videoconferencias, y la producción
de contenidos y herramientas de información.

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"Este artículo es obra original de Fabiola
Martinez De Salvo y su publicación inicial procede del II
Congreso Online del Observatorio para la CiberSociedad:
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